El silencio del despacho: Superando el miedo a la soledad emprendedora

El silencio del despacho: Superando el miedo a la soledad emprendedora

Empezar un negocio después de los 50 es una aventura emocionante, pero para quienes vienen del mundo corporativo, la transición tiene una trampa emocional inesperada: la soledad.

De repente, el constante murmullo de la oficina, las reuniones de equipo y la estructura jerárquica desaparecen. La red de seguridad del apoyo corporativo se esfuma, y esa sensación de ser parte de «algo grande» se reemplaza por el silencio. Muchos redigopernianos extrañan la camaradería, el compartir ideas en el pasillo, o simplemente tener un equipo para celebrar pequeñas victorias.

Este miedo a la soledad es real. No se trata solo de la ausencia de gente, sino de extrañar la estructura social y la validación inmediata que ofrece un equipo. En el emprendimiento, todas las decisiones recaen sobre usted, y a veces, la falta de una segunda opinión o un ánimo a tiempo puede ser abrumadora.

💡 Transforme la Soledad en Libertad

La clave es cambiar la perspectiva. Esa soledad no es un vacío, sino un lienzo en blanco para construir su propia estructura de apoyo.

  1. Cree su «Junta Directiva Personal»: Busque mentores, únase a grupos de networking (tanto físicos como virtuales) o colabore con otros emprendedores de su sector.
  2. Establezca Rutinas: Fije horarios para el trabajo, el descanso y, fundamentalmente, para la conexión social.
  3. Use la Tecnología a su Favor: Una videollamada semanal con un colega freelance puede reemplazar la sensación de una reunión de equipo.

La soledad del emprendedor es la otra cara de la libertad absoluta. Apréndala a gestionar y verá que, aunque el camino es suyo, no tiene por qué recorrerlo solo.

 

Rédigo Pernía

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